Vida

Hacía unos días que no tomaba la micro desde mi casa (tuve unos días de vacaciones), así que, como ya entraron algunos niños al colegio, debía recalcular la hora de salida desde mi casa.

Tomé la micro entonces y me puse a pensar en el escrito de hoy. Recordé que ayer lunes comenzó la restricción vehicular. Uno, porque en invierno la contaminación se transforma en una preocupación alarmante y dos, porque quizás con ello se evitan más tacos y aglomeraciones con tanto vehículo circulando.

Entonces pensé en la contaminación y las medidas que se toman para combatirla. Medidas que obviamente no solucionan mucho.

"La respiración es un fenómeno en el que se establece un intercambio de gases. Se absorbe oxígeno y de desprende anhídrido carbónico. Las plantas también respiran a través de sus órganos: Raíz, tallo y hojas. Ellas en su proceso de respiración absorben el anhídrido carbónico y desprenden oxígeno. Por eso las plantas favorecen el equilibrio que tiene que existir entre el oxígeno y el anhídrido carbónico de la atmósfera. La presencia de vegetación en las ciudades limpia la atmósfera y la hace más respirable".

Se entiende por lo tanto, que necesitamos de mayor cantidad de vegetación para poder descontaminar nuestra ciudad. ¿Cómo nadie ha pensado que el sólo hecho de plantar más árboles ayudaría un montón a solucionar nuestro problema? ¿Porqué no hacer una campaña de reforestación? no sólo para que existan más parques en nuestra cuidad, sino que también para que nuestras calles tengan más árboles y más prados. ¿A quién no le gusta ver calles así? Y no cuesta tanto.

Hay pastos que son como malezas (la chépica) que no necesitan de mucho cuidado (sólo podar y regar) y solos van abarcando y cubriendo más territorio. ¿Es que aún no sabemos los beneficios que tendríamos al plantar más árboles en nuestras calles? Si de sólo pensar que la gente en vez de eso, los corta (quizás para no tener que barrer sus hojas en otoño o no tener que gastar agua en regarlos) me descompone, me provoca rabia sólo pensarlo... cuando los beneficios que tendríamos serían mayores que las desventajas... Tendríamos calles llenas de verde en verano, tendríamos una sombra espectacular que nos permitiría transitar más refrescados al caminar a horas calurosas de la tarde (de 14 a 17 horas). Podríamos dejar estacionados nuestros autos en sus calles, con el consiguiente frescor que implica el no dejarlos a pleno sol aparcados.

Podríamos deleitarnos con el perfume que expelen los aromos, los espinos (que no necesitan de muchos cuidados), los acacios con sus flores de racimos blancos. Hay tantos árboles fragantes, y otros más que además de su aroma podrían maravillarnos con sus flores, los mismos Aromos y Espinos de flores amarillas, los Jacarandá con sus flores lilas, los Crespones (con su gama de rosados), Retamos (amarillos y blancos), Lilas, etc.

Podría hablar de tantos que se me vienen a la cabeza pero que lamentablemente no me sé sus nombres.

En otoño veríamos la metamorfosis de hojas verdes a amarillas, café e incluso rojas (los Liquidámbar). En invierno, los veríamos desnudos. En primavera se vestirían de colores y olores. Y en verano, veríamos sus frutos. ¿No sería maravilloso entonces disfrutar de todo eso? Hasta habría más pajaritos cantándonos por las mañanas y las tardes.

Y lo mejor de todo, tendríamos un aire más limpio... Pongámonos en campaña. Yo... ya comencé hace mucho.