El Aliento

No es por ser feminista, pero la mayoría de las veces les he sentido más mal aliento a hombres que a mujeres.

Yo al menos me preocupo de mi aliento. Cuando me siento un olor extraño pienso inmediatamente en ir al dentista. Pero no todos piensan así. El dentista es caro, pero más vale prevenir que lamentar.

Esta mañana se sentó a mi lado en la micro un tipo que traía un “dragón”. Tuve que abrir la ventana. ¡Puf! Parece que había comido ajo en la mañana o la noche anterior y no se había lavado ni los dientes. Sé que el olor del ajo es fuerte, pero por favor si vamos a comer ajo, tengamos una pastillita de menta o un chiclecito a mano. O si no llevan lo uno ni lo otro al menos váyanse con la boquita bien cerrada ¡Por favor!