Chile mal Educado

Pensamientos que ayuden a crear conciencia

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Nombre: Angélica
Ubicación: Santiago, Chile

Soy una persona que disfruta de la vida en todos sus aspectos. Soy feliz con lo que soy y lo que tengo. Sensible, cariñosa y alegre.

viernes, marzo 31, 2006

Todavía queda gente amable...


Cuando aún no existía el Transantiago, yo viajaba en la línea 121.

La micro se llenaba al extremo que no cabía un alfiler. Como la tomaba en un lugar donde venía vacía, muchas veces me senté en el asiento del pasillo. Ahí veía que subía mucha gente con bolsos, libros, cuadernos y otras cosas. El ir en una micro llena, de pie, cargado de cosas impide el poder afirmarse. Así es que casi siempre me ofrecía para llevarles las cosas en mis faldas. Lo hacía porque como digo pensaba la incomodidad de viajar con bultos en las manos. En más de una ocasión a mi me cargaron mis bolsas y por esa razón lo hacía voluntariamente.

Una vez subí cargada con cosas y nadie fue capaz de llevarme las bolsas. No eran pesadas, pero eran incómodas. Me molestó que nadie fuera capaz de hacer una buena obra. Desde ahí pagaron justos por pecadores y no les llevé nada más a nadie.

Ayer, subí con una bolsa bien pesada (llevaba papas, cebollas, limones y hasta una lechuga). Gentilmente una señora se ofreció a llevarme la bolsa. La micro iba llena. Se lo agradecí mucho.

Cuando por fin me senté y recuperé mi bolsa, pensé que debía felicitar a aquellas personas que son gentiles todavía en este mundo. Cuando aún no me sentaba también pensaba que no llevaba ni un sólo dulce como para poder agradecer la atención de aquella señora. Me hubiese gustado entregarle algo, cualquier cosa aunque fuera pequeña, para demostrarle mi agradecimiento. Como no pude hacerlo. Se me ocurrió agradecercelo a través de mi blog.

¡Gracias señora!... fue muy gentil, ojalá los niños y los jóvenes aprendan de su buen ejemplo.

miércoles, marzo 29, 2006

La Excelencia Académica

"Seis de diez profesores no son "competentes". De acuerdo a la evaluación docente de 2005, seis de cada diez profesores de la educación pública no alcanzó el nivel de "competente". La cifra se obtiene al sumar al 41 por ciento que obtuvo una baja calificación en el test, los cinco mil maestros que rechazaron someterse al examen y que automáticamente recibieron un "insatisfactorio". Sólo el 6,6 por ciento de los más de diez mil evaluados se ubicó en la categoría de destacado, informó el Mineduc".

Cuando oí la palabra Excelencia académica, pensé que se trataba del colegio en general. Que un colegio tendría excelencia académica cuando se ubicara en una excelente posición frente a los otros, por su forma de educar y guiar a su población estudiantil.

Mi hermano Héctor logró la Excelencia Académica. Ayer me contó que en su colegio y comuna (Río Claro), fue el único en obtener dicho titulo. Ahí me explicó que los profesores fueron calificados individualmente. Él y mi cuñada lograron Excelencia Académica. Me contó cómo ayer en su colegio le hicieron un homenaje. Un acto, en el que hubieron varios números artísticos dedicados solamente a él. Me contó como fueron nombrando a mi papi y a mi tía, a sus hijos y cómo se sintió al recibir de manos del Director (me imagino), un galvano.

Mi tía Haydée recibió en su vida laboral un reconocimiento a la "mejor funcionaria", premio que otorgaba la empresa sólo a una persona cada año. Héctor siempre pensó si algún día recibiría un premio así... y hoy lo recibió... me sentí orgullosa de él. Orgullosa por la excelente persona que es. Orgullosa por la dedicación que emplea en todas las cosas que hace. Orgullosa por su preocupación por sus alumnos... por la ingeniosa idea que tuvo de crear una revista para su colegio, donde sus alumnos participan haciendo reportajes y labores de periodismo (así motiva a los muchachos a elegir su profesión). Orgullosa porque es el fotógrafo oficial del colegio y muy, pero muy orgullosa porque es mi hermano.

Héctor, este homenaje hoy es para ti. Felicitaciones y Felicidades... Eres un gran hombre. Te quiero mucho.

lunes, marzo 27, 2006

Los Empaquetadores

Ayer fui al supermercado.

Me gustaría que a los empaquetadores les enseñaran a acomodar la mercadería en las bolsas. Porque la cosa no es tan al lote. Debieran saber que las botellas plásticas del aceite no pueden colocarlas acostadas en las bolsas, porque se pueden reventar.

Que las botellas en general deben ir en forma vertical.

Que las cosas no se deben tirar, sino colocar. En ocasiones he tenido que decirles a estos muchachos que no me tiren las cosas, sino ¿cómo llegan mis fideos o mis galletas? todas quebradas!!!

Claro que también es cierto que los clientes, somos muchas veces tan desordenados que colocamos las cosas todas revueltas en el carro. Eso hace que al ponerlas en sus bolsas queden desordenadas.

Creo que debemos aprender a ser ordenados. Pero ¿cómo hacer que la gente entienda? A veces creo que es un imposible... que cada día el mundo está más revuelto y que pierdo el tiempo escribiendo en este blog...

martes, marzo 21, 2006

¡Felicitaciones!


Desde que se inició el Transantiago, los recorridos que llegan a Quilicura han aumentado. Ahora tenemos varias opciones por Bandera y por Mc Iver.

Muchas veces me pregunté ¿porqué no han implementado los buses de oruga hacia mi sector? Ahora caí sola en la respuesta. Porque el paso nivel de Bandera no estaba habilitado (aunque igual veía uno que otro bus de oruga pasar por ahí). Ahora en cambio. La línea 115 que es la que utilizo. Es un largo bus, que tiene mayor capacidad de pasajeros. Eso me alegra. Los buses con fuelle, por su tamaño, deben ser los que efectúen los recorridos más largos, los que atraviesen de punta a punta nuestra ciudad.

Me siento orgullosa por ello. ¡Felicitaciones por el proyecto Transantiago!

miércoles, marzo 15, 2006

Erís

Yo soy
Tu eres
Él es...

¿de dónde saldría la conjugación erís?

Al primero que oí hablar así, fué al cuico del Kike Morandé. Desde que él comenzó a hablar de esa forma y como el chileno copia idioteces... ahora todos hablan así.

La televisión. Un medio que debiera, además de entretener e informar, instruir para fomentar la cultura, no se preocupa de emitir programas de aprendizaje para los niños. Como en sus tiempos lo fue Plaza Sésamo o incluso el Profesor Rosa.

Hace años hubo un programa con el profesor Bandera... ¡usted, Nooooooo lo diga! El profesor mostraba un ejemplo de la palabra mal dicha y un ejemplo de cómo debiera ser dicha. Luego volvían a repetir la frase mal pronunciada y colocaban con letras rojas, como si fuera un timbre el "¡usted, no lo diga!". Era un espacio cortito, duraba unos minutos, pero llamaba la atención y todos mirábamos atentos.

Programas así deberían ser retransmitidos, sobretodo en horario para los niños. Para que así hablemos como realmente debemos. Pero no sólo los niños deben aprender. Nosotros los grandes... también.

Las Mochilas

¿Alguien se ha topado en la micro o en el metro con alguna persona que lleve una mochila al hombro?

Cuando la micro va llena de verdad que es muy molesto. Encontarse con una mochila que no te deja avanzar, que no te deja moverte y que más encima, se pega a tu espalda o a tu cuerpo como si fuese tuya. Por Dios, a los fabricantes de mochilas, que por favor pongan un agregado junto a la etiqueta de las especificaciones, donde se indique el uso de la misma.

Podría ser algo así: "Usar en la espalda y colgada de un hombro, sólo en lugares espaciosos. Al abordar cualquier medio de transporte llevar colgada de la mano... las personas a tu alrededor te lo agradecerán".

viernes, marzo 10, 2006

Los útiles escolares

Yo no tengo hijos. Pero sé que los colegios solicitan largas listas de útiles escolares en el mes de marzo (¿creerán que hay plata de sobra para gastar en tanta cosa extraña que piden?).

Cuando yo estudiaba. Sólo había que tener un lápiz y un cuaderno. Y sólo en trabajos manuales pedían más cosas.

Los colegios ahora, están incentivando a sus alumnos a ser futuros "graffiteros". ¿Porqué? bueno, ¿han visto alguna vez una persona adulta rayando las calles? Los que rayan son lolos, adolescentes, jóvenes liceanos y uno que otro antisocial que no terminó la enseñanza media.

Los comienzos de los "graffiteros" parten desde que tienen en sus manos un "marcador" o "plumón".

Utilizando los mismos plumones que sus padres les han comprado, empieza su obra, rayando los bancos de la escuela (situación que también ocurría con los lápices de pasta). Cuando el banco ya se les hace chico, continúan rayando los vidrios de las ventanas y luego se pasan a las micros. Vidrios, asientos y puertas no escapan a sus manos. Con ello talvez quieren dejar una señal de que ahí estuvieron o de que por ahí pasaron.

Se transforma en un "grafittero de pacotilla". Como siempre... dejando su marca por donde pasa... así como lo hacen los perros cuando orinan por todas partes para demarcar su territorio. Pero este ignorante no tiene territorio propio para marcar... o en realidad sí lo tiene ¿porqué no raya las paredes de su propia casa? ¿porqué no raya su dormitorio? ¿las sillas de su comedor?

Tenemos que hacer una campaña contra los Graffiteros. Así como la campaña del Metro. Ojalá denunciando los casos que vemos. Me gustaría ver que el Ministerio de Educación, así como hizo con la campaña de seguridad que crearon (para que los escolares no porten celulares ni walkman) también se preocuparan de nuestra ciudad. De la ciudadanía en general y del medio ambiente.

miércoles, marzo 08, 2006

La Cripta

¿Escucharon o vieron la noticia de la cripta para Bernardo O'Higgins? ¿Supieron que iban los restos en camino hacia su nueva morada y la tumba no estaba terminada?

Estamos en Chile.

En momentos así NO me enorgullezco de ser chilena.

Sin comentarios.

martes, marzo 07, 2006

El Transantiaaaaaaago (con voz de cariño) ¡qué lindo es!

Los amarillos:

- Conductores sin mucha educación, choros (aniñados), groseros a veces, rosqueros, malas pulgas.
- Manejan como locos. Pasan con luz roja.
- Les pagan por boleto cortado. Sin sueldo fijo.
- Echan carreras con las otras micros.
- No llevan escolares
- Dejan subir: Heladeros, Vendedores, payasos, cantantes, ciegos, mudos, enfermos, ex penitenciarios y hasta lanzas disfrazados.
- Paran en todas las esquinas para tomar y dejar pasajeros.

El Transantiago:

- Conductores educados que daban los buenos días y las buenas tardes (ahora ya no... toda escoba nueva barre bien).
- No contestan, ni enganchan, cuando les echan garabatos por no detenerse en cualquier esquina.
- Manejan moderadamente. Respetan las señales del tránsito.
- Les pagan sueldo fijo. Les pagan por conducir.
- Llevan colegiales y estudiantes. Dejan subir bicicletas, carros de la feria, etc.

Sin duda el Transantiago es una muestra de progreso y modernismo.

Lamentablemente, la escoba, ya dejó de ser nueva. Está bastante usada (cinco meses). Lo que ha hecho que sus conductores, que antes saludaban gentilmente cuando los abordábamos, ya no sientan ningún respeto por la ciudadanía que los utiliza. Ahora descaradamente NO abren sus puertas en las paradas del centro, dejando a pasajeros como yo, esperar largo rato para que finalmente pase mi fiel "amarillo" y me traslade a mi casa.

No es primera vez que los he observado. La semana pasada en la calle Amunátegui, un bus patente ZN6049, NO se detuvo a recoger al pasajero que lo hizo parar. Y hoy me tocó a mí. Un 115 patente ZN6259, tampoco se detuvo en la parada establecida. ¿O será que los lindos, no pueden parar porque el semáforo dio justo la luz verde y sólo pueden detenerse con la luz roja? ¿están programados para eso? Ah! pero no importa, porque detrás venía otro 115. Con tan mala cuea (perdonando el término) que pasó en segunda fila. Y está estrictamente prohibido abrir las puertas en segunda fila. Así que tampoco se detuvo. ¿Quién regulariza que estos señores hagan bien su trabajo? De un tiempo a esta parte la única preocupación que ellos tienen es conducir rápido, no importa que los pasajeros quedemos botados. A ellos sólo los detiene la luz roja. Y como no les pagan por boleto cortado, les importa un comino que el transeúnte deba esperar más.

Me saco el sombrero por mis "amarillos". Ellos no dejan a nadie botado, aunque tengan que parar en todas las esquinas.

Los Trans, tendrán más educación y preparación, pero los "amarillos", tienen corazón y respetan a sus pasajeros, que somos quienes les pagamos el sueldo.

Sería bueno que alguien comenzara a fiscalizar y que hubiese una forma, en que los usuarios pudiésemos calificar el servicio que nos brindan ambas líneas.

Pondré una queja en el sitio www.transantiago.cl

lunes, marzo 06, 2006

Barriendo en seco

¿A quién no le ha tocado salir a la calle, recién bañadito y con el pelo mojado? ¿y que en su camino se encuentre con personas que están barriendo la calle en seco, ocasionando que te impregnes con la tierra que levantan con la escoba al barrer y que se impregne toda esa tierra en tu pelo recién lavado?

De todos los que me encontré barriendo, tres lo hacían en seco (y sólo encontré tres barriendo). Lo que indica que más de un 90% de la población cuando barre su vereda, lo hace en seco. Algunos peor educados, ni siquiera dejan de barrer porque viene una persona, sino que siguen barriendo encima de todos los que pasen por su lado.

En invierno eso contribuye a contaminar. En verano quizás no tanto porque hay más viento.

Pero ¿quién piensa en los que usamos lentes de contacto (ópticos)? Las personas no tienen conciencia del problema que nos provocan las partículas en suspensión que se encuentran en el aire. Las partículas se introducen entre el lente y el ojo, que al moverlo en distintas direcciones, nos provoca una sensación como si un grano de arena rayara nuestro ojo, causándonos dolor y lágrimas.

¿Cómo poder hacer que la gente tome conciencia de esa situación?

viernes, marzo 03, 2006

La Fila

Yo vivo como un pajarito (dice Iván, mi hermano). Y no deja de tener razón, porque mi mundo gira en torno a mi. No veo noticias, no leo los diarios, no estoy pendiente de mis vecinos, no estoy pendiente de la vida de los que me rodean... oséa, vivo mi vida.

A pesar de todo lo mencionado. Cuando voy por la calle, me fijo en mi alrededor. Veo lo que sucede, miro de reojo quien viene a mi lado.

Llegué a Almacenes París a pagar mi cuota del mes. Había una fila enorme (pero no tan grande como el mes pasado), me dio lata hacer lo del mes pasado haciéndolos "lesos" a todos y pasando directo a la caja. Tengo tiempo, así que haré la fila como todos los mortales. De todas maneras la fila avanza rápido porque hay más de 20 cajas atendiendo.

Mientras avanzaba fui sacando la plata de mi cartera (plata que previamente llevaba separada con el aviso de cada tienda), porque me revienta la gente que espera llegar a la caja y recién ponerse a buscar y a contar las chauchas y más me molestan los que pagan con cheque porque ni siquiera se toman la molestia de llevar el documento previamente escrito, sino que se ponen a llenarlo en plena caja con toda calma, total, el resto que espere. O los que van a cobrar un cheque y lo dejan en la caja y se ponen a buscar la cédula en sus bolsillos, como si no supieran que se los van a pedir obligadamente para que puedan cobrar.

El guardia que oficia de ayudante y lee el letrero donde salen los números rojos que informan cuales cajas están desocupadas no estaba. Así que la gente esperaba darse cuenta por si sola para avanzar. Así estaba yo, impaciente (como siempre), esperando que avanzaran. Pip cinco, pip veinte, pip 7, pip 19. Faltaba poco para llegar a mi turno y los tres de adelante no se daban ni cuenta que la caja cinco hace rato estaba desocupada, así que tuve que tomar el papel del guardia y anunciar en voz alta los número para que los afectados se dieran cuenta. Así pasé rápidamente a la caja a pagar mi cuenta.

Por Dios que hay gente que vive en la luna. Pucha que hay personas que esperan que les digan las cosas para hacerlas.

Hoy fui al Banco Estado. No tenía idea cómo hacer para cerrar mi cuenta de ahorro y sacar el escaso dinero que tenía. Me dirigí al guardia, quien me indicó donde dirigirme. Así llegué a un lugar donde tomé mi número. Había módulos hacia la izquierda mía y había sillas, había un muro (o eran unas anchas columnas que en sus separaciones permitían ver a nuestra espalda. Atrás había otros módulos, continuando los anteriores, del 7 al 11. Me senté y empecé a ver cómo funcionaba la cosa. Había que estar muy atento porque podía tocarte el modulo de frente a ti o el de tu espalda y para ello habría que dar una vuelta a la ancha columna y llegar al otro lado.

También había un tablero que indicaba los números. Bajo él había una hoja tamaño carta con una letra B gigante. Miré mi número... C17. ¡Uf! iban en el 80... me senté, pero observando igualmente... La atención fue rápida y llegaron al C1. Los que llegaron después de mi, pensaban que atendían al B1 así que no entendían nada y sólo los que se atrevían, preguntaban. Había un tipo que se daba vueltas vigilando y no se le ocurría quitar el cartel.

Así estaba observando a una ejecutiva (perdón la expresión pero era una vieja pelotuda), que presionó el número dos... impaciente como yo (no esperó ni cinco segundos) y presionó el 3 y luego el 4 y el 5. Entonces llegaron a ella todos los números juntos y la vieja empezó a decir en voz alta "hay números pendientes". Se puso a atender al 3. En eso las del otro extremo que no escucharon (estaban bien lejos), seguían haciendo avanzar números. Y la vieja seguía "hay pendientes". Ya se acercaba mi número. La señora ejecutiva se desocupó y en vez de atender a uno de los números rezagados. Apretó de nuevo y avanzó otro más (me indignó ver eso... y por eso lo de pelotuda), aún sabiendo lo que ella misma había generado, seguía embarrándola... bueno, me paré y me puse en un lugar donde miraba los dos extremos. Hasta que me tocó el turno.

¿Sería nueva la ejecutiva que no sabía que tenía que esperar un rato antes de llamar otro número? Ah! cuando iban ya en mi número, la ejecutiva que me atendió se levantó y fue a sacar el cartel con la letra B... Y el tipo que puro vigilaba (sin ropa de guardia) ¿no pudo hacerlo él en cuanto vio que comenzó el uno? ¿Cómo es posible que pasemos tan distraídos por donde andamos? ¿Cómo es posible que no se nos ocurra nada? La culpa la tiene la televisión, que entrega todo hecho y las personas ya no razonan, ya no observan, ya no imaginan... pero eso, será cuento de otra historia.

miércoles, marzo 01, 2006

Aprendiendo

"ESCARMENTAR EN CABEZA AJENA, DOCTRINA BUENA". Este es un refrán que se refiere a lo bueno que es aprender de los errores ajenos, además de obtener conocimiento de lo que es dañino, el dolor no lo sufrimos en carne propia. La sabiduría popular hace hincapié en la capacidad de observación y aprendizaje para prosperar y vivir felizmente.

"Escarmentar, es castigar o reprender duramente a alguien, para que no vuelva a cometer, la falta por la cual se le castiga o reprende".

Yo trabajo en el centro de la ciudad. En un edificio de tres pisos. En el primer piso está el portero, junto al reloj de asistencia. Él, debe controlar a los que entran a dicho edificio (se atiende público, entonces las puertas están siempre abiertas). Cuando comenzaron las vacaciones. Había poco movimiento y poco personal laborando. Muchas veces bajé al negocio de al lado y me di cuenta que aquel señor no estaba en su puesto y la puerta estaba junta. Más de alguien debe haberse dado cuenta de esta situación, pues, un día el reloj "desapareció".

Aún no sé si se habrán tomado medidas contra esa persona. En esta Institución siempre ocurre lo mismo. Se pierden... o mejor, se "roban" cosas y todo sigue su curso normal. ¿No sería bueno aplicar un castigo a dicha persona para que así empiece a responsabilizarse de lo que está a su cuidado, o de que comience a hacer bien su trabajo?

A mi me molestan las injusticias. Y siempre he pensado que "Ley pareja no es dura". Creo que se debiera castigar a aquel trabajador para que el resto escarmiente y sea más conciente. Está bien, no es mi plata, pero me molesta que esto ocurra (aunque no sea mi negocio). Yo le habría descontado el reloj a dicha persona de su sueldo (no de una sola vez, porque tampoco se trata de dañar a alguien) pero sí se trata de que aprenda que no puede dejar su puesto botado. Que le pagan para cuidar los bienes de la Institución y que en un cargo así debe permanecer con los ojos bien abiertos.

¿Se acuerdan de los Grafitteros del Perú? yo los habría castigado de la siguiente manera... ¿les gusta pintar? bueno... entonces que pinten a pura brocha una cuadra entera, y en un plazo no mayor a una semana, para que queden con los brazos adoloridos y cansados por el esfuerzo y para que así aprendan que no deben rayar donde no deben. Así respetarían lo ajeno y de paso, el resto de "grafiteros" tomaría conciencia del castigo que significaría seguir malos ejemplos.

W Las Vegas
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